Desde la antigua capital de Lanzarote, Teguise, empezamos esta ruta sencilla pero muy interesante. Nada más salir de La Villa nos topamos con los restos de las antiguas caleras, las únicas que han sido recuperadas en Lanzarote. De aquí empezamos a caminar por esos caminos que antaño unían la Villa con Famara. Es aquí que vamos entendiendo el derrumbe que hubo en el Macizo de Famara y que dio lugar a este entorno tan característico.
A mitad de nuestro recorrido haremos una pausa que nos permitirá recoger fuerzas pero sobretodo descubrir la zona del Jable, una inmensa zona de arena fina de origen orgánico que hace que la tierra sea fértil y nos regale algún que otro producto agrícola.
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